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rase una vez, en la ciudad
triangular de las luces, a la sombra y guardia de la férrea e impetuosa Reina
recién coronada, se creó el artilugio más esperado en el inconsciente humano,
bajo la sombra de tan solo 330 metros de altura, bajo la vigilancia de ella, la
Reina, que desde el azul más intenso
hasta el gris más amargo asecha y
contempla las calles más angostas y pintorescas que pueda existir en la
realidad y además, sin filtro alguno. No existe cosa o persona alguna que no
pueda contemplar o que tenga el instante de escapar de su penetrante reflejo solar.
Desde ahí, bajo su cobijo, se han
dado vida a las mejores creaciones ideadas por el hombre, un ejemplo de ello
fue la creación del Cinematógrafo en 1895, esa pequeña caja elaborada con
madera cuya parte delantera sobresalía una especie de cono de metal dorado con
un lente o vidrio por el cual entraban las imágenes observadas y que guardaba
dentro de sí un mecanismo que sólo los hermanos Lumière podían conocer a la
perfección y sí, éste instrumento no pudo haberse realizado en otro lugar que
no fuese en la ciudad de Paris, la cual
desborda todos los sentidos del hombre indeleble y consume los halagos
existentes…y pensar que la Reina ( la torre Eiffel) es uno de los millones de
encantos que descansan en Francia, al
margen del río Sena, por ello, ¿qué mejor lugar que Paris para realizar la
primera reproducción de la realidad?, ¿ qué mejor cultura para darnos una
visión distinta, a través de un lente? Y
¿quién mejor que un francés para crear el primer artilugio que daría vida, años
más tarde, al séptimo arte?
El 28 de diciembre de 1889 no
sería un día cualquiera. Ya para aquél
día, en el Grand Café se preparaba el
Salón Indio, en donde se daría lugar la
reproducción de la filmación realizada por los hermanos Lumière. Y ahí yacían…los 35 cuerpos inamovibles,
sentados en sus butacas a la expectativa de lo que se les iba a presentar: la salida de la fábrica lumière. Entre los 35 pares de ojos que no
podían mirar otra cosa que no fuese las imágenes que el proyector reflejaba en
la oscuridad de los obreros saliendo de
una fábrica y que simultáneamente
pestañeaban y se abrían de manera sin igual…sorprendidos por las imágenes reproducidas, se hallaba un
par en particular, un par que sin duda
alguna, era diferente al resto de los espectadores y de los otros 34 pares de
retinas; él se encontraba ahí…al igual que todos: ansioso, curioso, con las
pupilas brillantes como la luna, con su filoso y puntiagudo bigote…Georges
Méliès, el futuro ilusionista. Creador de efectos especiales y cineasta que a
pesar de la negativa de los hermanos lumiére de venderle su gran creación no
dudo en ayudar a encontrar el lugar apropiado para el evento.
Bien es cierto que la primera
película proyectada fue realizada por los Lumière y así mismo se parte desde
ahí para hablar del comienzo del cine, pero realmente ¿De eso se trata el cine?,¿ considerado cómo el séptimo arte?
Realmente no, puesto que el cine es mucho más que registrar movimientos de la realidad, es decir, el cine entendido
como un arte requiere de otros componentes, como por ejemplo el tener y crear una trama y una historia
definida, por ello no se puede hablar de cine con los lumiére, sino más bien con Georges Méliès, que no se conforma con el
hecho de simplemente registrar la realidad sino también, recrearla y a partir
de ella definir una historia a la cual se le agregaba otros elementos como la
creación de efectos especiales y de una escenografía.
Por esto es importante distinguir
entre la palabra cine buscada en el diccionario y la palabra cine definida en
la formación de una película.
Películas de los Hermanos Lumière:
Fecha: 1895.
Nota: la musicalización del video no fue colocada en el video en
esa época debido que para áquel tiempo no existía el cine sonoro.
La salida de los obreros de la fábrica Lumière:
Películas de Georges Méliès:
Fecha: 1896.
Una noche terrible:
Viaje a la luna:1902
Película recomendada Película de
Hugo, 2011. Dirigida por Martin Scorsese: